Barra Baja: cocina de mercado en el centro de Sevilla

Rafael Liñán y Patricia Moliner
(Lunes, 2 marzo 2020)

Patricia Moliner y Rafa Liñán están al frente de este restaurante en el que se rinde homenaje a los mejores productos de Andalucía 

Patricia Moliner, nacida en Badalona, estudió en el CETT de Barcelona y Rafa Liñán, sevillano, en la Escuela de Hostelería Fundación Cruzcampo de Sevilla. Ambos amaban el mundo de los fogones y la creatividad culinaria.

Coincidieron trabajando en el restaurante Calima (Marbella, Málaga), del chef Dani García; más tarde pasaron dos años en Cambio de Tercio (Chelsea, Londres); cambiaron a Estimar (Barcelona), de Rafa Zafra; pasaron también por Dos Cielos, de los Hermanos Torres, y por Zaranda (Mallorca), de Fernando Arellano, y recalaron en Heart Ibiza, de los hermanos Albert y Ferrán Adriá y Guy Laliberté (Cirque du Soleil).

Con tan amplia y prestigiosa experiencia, los responsables del Hotel Mercer Sevilla los ficharon para hacerse cargo de las cocinas de su restaurante y del propio hotel.

Dos años y medio después llegó el momento soñado: poner en marcha un proyecto propio y hacer lo que realmente les gusta: "Rendir homenaje al mejor producto de Andalucía, a través de una carta estructurada como si se tratara de los puestos de un mercado y con una cocina abierta basada en platos para compartir", explican a VIVIR EL SUR.



Gamba blanca de Huelva
Barra Baja es el nombre de su restaurante sevillano, en el que ofrecen producto andaluz de temporada y de mercado. Una carta reducida y que irá cambiando por depender en parte de lo que les va llegando. Pero "también hay platos fuera de carta, según nos vaya entrando la subasta de pescado, de lonjas como las de Conil o Huelva, entre otras".

Cuentan también con una buena carta de vinos, además de otros que serán el vino del mes o de la semana. Entre las alrededor de treinta referencias andaluzas, que suponen el 80 por ciento de su bodega, hay caldos de Ronda, Cádiz, Huelva o Sevilla, entre otros.


A ellos se suman los cócteles para aperitivos, de corte clásico y elaborados con una base de vinos de Jerez, a los que han bautizado, por ejemplo, con los nombres de Old Fashion o Sherry Mary.

Los panes y picos que utilizan son todos ecológicos. Y destaca también la decoración, de líneas puras y sencillas.

Este restaurante es abierto, es decir, la cocina está a la vista del comensal, justo a la espalda de la barra. "Es ahí donde hacemos una especie de showcooking, la gente se implica mucho con la cocina, incluso nos va preguntando a la vez, porque de esta manera se hace más ameno para todos".

Añaden que así logran, además, reflejar la limpieza de los espacios y de todos los productos que manipulan. Lo único que no queda a la vista es el almacén y la pastelería, para que ésta se encuentre en un lugar con la temperatura adecuada.

En VIVIR EL SUR pudimos conocer de primera mano y probar algunos de los platos de su carta, en los que los productos "se tratan, como mucho, con tres o cuatro ingredientes, sólo los necesarios para realzar el sabor", explican.



Carpaccio de cigalas
Y por ello, aquí os contamos algunos de estos platos:

Gamba blanca de Huelva: es un tartar, en el que la gamba va aliñada con aceite de oliva La Matilla (de Carmona), sal, pimienta y ralladura de naranja, y va servido sobre media lima que le da un toque cítrico.



Cogollos a la brasa con queso de cabra Payoya
Carpaccio de cigalas: un plato básico. Se rodea de un cordón de cebolla confitada, y le añaden un aceite hecho con las cabezas y una emulsión del coral de las propias cigalas. Se trata de un homenaje al restaurante El Bulli, en donde se elaboraba en el año 1995 con gamba roja.

Cogollos a la brasa con queso de cabra Payoya: el cogollo está braseado con aceite y sal. Se le añade la crema de este queso de Cádiz.


Presa ibérica marinada en manteca de cerdo
Presa ibérica marinada en manteca de cerdo: la carne se macera durante doce horas en manteca ibérica blanca de cerdo, y se termina a la brasa. Se acompaña de un puré de patatas con manteca colorá.

Calamares encebollados en su tinta: están rellenos con un guiso encebollado y el interior del calamar, acompañados por una salsa elaborada con el propio calamar y su tinta.

Calamares encebollados en su tinta
Pan con chocolate y AOVE: crean el chocolate añadiéndole aceite, sal y pan crujiente.
Pan con chocolate y AOVE
Barra Baja tiene capacidad para 32 comensales: ocho en la barra y 24 en las mesas de la sala.

Calle Javier Lasso de la Vega nº14 (Sevilla).
Teléfono: 955 055 660 // 722 732 298.


Rafa Liñán y Patricia Moliner

©Ana García Romero // Vivir el Sur (texto y fotos).

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