(Jueves, 2 febrero 2019)
Diecisiete años han pasado desde que Victorio y Lucchino decidió lanzar su primera colección de trajes de gitana. Querían renovar la moda flamenca y lo lograron. Desde aquel 2002 hasta ahora, han seguido diseñando el traje regional andaluz por encargo, a clientes que han querido contar con ellos para lucir bien guapas en las ferias de la tierra.
Pero ahora han vuelto de la mano del Salón Internacional de Moda Flamenca(SIMOF), cuyos responsables, con motivo del 25 aniversario de esta pasarela, han querido contar con Victorio y Lucchino para que pongan el cierre a esta edición.
Los creadores han lanzado una colección cápsula, bautizada con el nombre Por las calles de mi Sevilla, y formada por 8 diseños, que han sido presentados en el Tablao Los Gallos, en pleno corazón del sevillano Barrio de Santa Cruz.
VIVIR EL SUR ha estado allí y ha hablado con los protagonistas de la cita.
Pregunta: ¿Cómo describirían esta nueva colección?
Respuesta: Hemos querido evolucionar en el patronaje del traje de gitana. Los vestidos están hechos sin cortes de costadillo, sin pinzas de pecho, logrando un cuerpo muy limpio, que no pesan, son cómodos, no se ajustan en exceso aunque sí se marca el cuerpo y hacen una figura estupenda. También hemos investigado en la colocación de los volantes, colocados de manera insólita y hemos aportado tecnología, por ejemplo, el vestido de seda negro y verde que lleva las puntas emulando tira bordada pero que van cortadas al láser.
P.: ¿Cómo es esa evolución?
R.: Nuestro traje regional es una maravilla, porque está vivo, pero en esa evolución no se puede perder la esencia del verdadero traje de gitana. Hay que evolucionar, pero con genialidad, quebrándote la cabeza, sabiendo cómo poner un volante de una forma diferente, dándole otro giro al corte, a la forma, pero sin introducir elementos que no forman parte del espíritu de lo que es un traje de gitana.
P.: ¿Qué tejidos han utilizado para esta colección?
R.: Algunos muy clásicos, como popelín de lunares; organdí, que estaba un poco en desuso y lo hemos rescatado; seda con cortes al láser; perforado; tafeta, organza…
P.: También firman ustedes calzado y complementos. ¿Qué proponen?
R.: Sí, todo es nuestro, las joyas también. Las flores que nos han hecho parecen claveles de verdad, son de Isabel Cabrera y Simón Martín, de Almonte. Y en cuanto a los zapatos, taconazo, pero también tacón de carrete como los de gitana antiguos, que son de nuestra última colección.
P.: ¿Se han planteado ampliar esta colección?
R.: No lo sabemos. Habría que crear un taller nuevo, porque en nuestra estructura no está considerado hacer una colección de gitana; habría que meter gente nueva a trabajar y muchas cosas, porque se nos pisa una colección con otra. De hecho ya vamos un mes tarde para la colección de prêt-à-porter. Lo que sí podemos hacer es trajes a medida, por encargo.
P.: ¿Cuándo y dónde presentan esta nueva colección de prêt-à-porter?
R.: En junio, en Madrid. Y luego haremos la tourné por ciudades de fuera y otros países, aunque eso no está cerrado todavía.
P.: Ahora tienen su taller en la plaza Cristo de Burgos, en Sevilla. ¿Qué pasó con la tienda de Plaza Nueva y lo que se publicó de sus finanzas?
R.: Eso ya pasó, se olvidó, ha pasado mucho tiempo y ya es historia. Hace tres años y en todo ese tiempo hemos permanecido callados, hemos estado haciendo las Américas, hemos presentado en México, Perú, Colombia..., nos han dado las Llaves de Oro de la ciudad de Cali, hemos llevado a España por el mundo con un orgullo fantástico... Gracias a Dios salimos bien de aquéllo. Es algo que ha pasado en nuestra vida y seguimos caminando y tenemos hitos muy fantásticos, como el perfume más vendido de este año ha sido el nuestro.
P.: Hablando de hitos, se avecina otro, con el Museo en Palma del
Río (Córdoba)...
R.: Sí, estará ubicado en el convento de Santa Clara, un edificio del siglo XV. La idea es que se inaugure para la primavera del año 2020. Este museo llega de la mano de la Fundación Victorio y Lucchino; hemos donado más de 5.000 trajes que hemos guardado nosotros desde que empezamos, es decir, no son préstamos de clientes ni creaciones nuevas. Desde la primera colección que hicimos fuimos guardando vestidos que considerábamos emblemáticos, y nos hemos gastado una fortuna en mantener una nave en donde los hemos guardado, porque además requieren una conservación.
P.: ¿Por qué en Palma del Río?
R.: La iniciativa surgió de ese Ayuntamiento, con todos los partidos políticos de acuerdo, porque no lo hubiéramos aceptado de otra manera.
P.: ¿Cómo será ese museo?
R.: Va a ser un museo vivo, porque las prendas van a estar continuamente rotando e irán cambiando. Cada seis meses se harán cambios. Y también se harán intercambios con diseñadores internacionales. También tenemos un proyecto para hacer la Escuela de Diseño con titulación Victorio y Lucchino homologada por las Universidades de Córdoba y Sevilla… Ya llevamos varios años trabajando en todo esto.
P.: Esto de la escuela ya se habló hace algunos años, ¿al fin va a salir adelante?
R.: La propuesta nos la hicieron en Sevilla, pero al final no llegó a nada. Nos fuimos al Pabellón de Francia y casi nos arruinamos y nos quedamos compuestos y sin novia.
P.: Además de las flamencas de Por las calles de mi Sevilla, tienen
líneas de novia, prêt-à-porter, zapatos, colonias, joyas, hombre,
corbatas, hogar, gafas, bolsos… ¿Hay algo que os falte?
R.: Tenemos cuarenta líneas de productos, nos encanta todo lo que lleve implícita la creatividad. Nos dicen mañana que diseñemos un coche, y encantados. De hecho ya hemos diseñado uno. O un avión… lo que nos pidan.
P.: Suyos son los volantes de caracola, pero se ven a menudo en pasarelas de otros países...
R.: Sí, han sido copiados por todo el mundo. Y están registrados a nuestro nombre. Desde los años 20 no se registraba nada en el Registro de la Propiedad de la Costura; sólo se registró el bies y la caracola nuestra. Pero si a todo el mundo que nos la ha copiado le tenemos que poner una demanda no tendríamos dinero para loa abogados. Que te copien es bueno, porque significa que gusta al público. Ya no nos molesta, estamos por encima de eso. Además, hay hemerotecas, y se sabe quién lanzó las cosas.
P.: ¿Qué esperan del nuevo Gobierno de la Junta de Andalucía?
R.: La moda da muchos puestos de trabajo, es una industria muy bonita, es la imagen, y se le debe hacer más caso. La moda está de moda. Ni el anterior Gobierno, ni éste porque aún no le ha dado tiempo, nos han ayudado. Nunca hemos pedido nada a la Junta de Andalucía y nunca nos han ayudado en nada, que quede muy claro. Para el Museo sí, porque es estatal.
P.: ¿Qué aporta la moda a la sociedad?
R.: Aparte de que se crean puestos de trabajo, da posibilidades a las personas con iniciativa creativa a que se desarrollen y puedan hacer cosas, a crear arte, a crear riqueza. Pero también, y sobre todo, es una imagen bárbara, una gran embajadora de un país o región. París es una ciudad maravillosa, monumental al máximo y sin embargo se habla de París y a la mente te vienen grandes firmas. Pero la moda no es sólo el vestir; también son zapatos, bolsos que en Ubrique se hacen maravillosamente, joyas estupendas que hacen en Córdoba divinamente... Además, desarrolla una gran cantidad de mano de obra, es una gran red industrial.
P.: Hay mucha gente ahora que dice ser diseñador. ¿Sobran algunos?
R.: No todo el mundo tiene por qué ser diseñador. El creador necesita un equipo de personas. Lo que tienen que hacer es prepararse y estudiar, y así podrán entrar a trabajar en una buena empresa de diseño. Ahora mismo no hay modistas, hay bofetadas por encontrarlas, porque lo que todo el mundo quiere es ser diseñador. Primero aprende a coser y luego sé diseñador. Hay profesiones que están más faltas. Se necesita gente que se especialice en los muchos oficios que hay alrededor de la moda.
©Ana García Romero // Vivir el Sur (textos y fotos)
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